“Hay historias que llevan siglos viajando, pasando de una generación a otra. Creo que existe una impronta genética en los seres humanos que la mantienen con vida”.
La reflexión pertenece a Daniel Hernández, que presentará hoy su espectáculo “Noche de cuentos” en el bar Pangea, Laprida 289, desde las 22. El miércoles tendrá una segunda función en Casa Managua (San Juan 1.015), y el sábado dará un taller sobre narración oral escénica contemporánea en el centro cultural de la Fundación Irpasi “Juan Carlos Suter”, de Tafí Viejo (MItre 160).
Colombiano de nacimiento y formado actoralmente en Bogotá, llegó hace más de 20 años a Chile para desarrollar la experiencia del teatro de los sentidos, pero se encontró con los narradores orales; desde entonces, se dedica a este género.
“Existen dos estilos diferentes: los cuentos de repertorio, que se usan para armar una función según el momento y el público, sin que tengan una columna vertebral en un tema en particular; y los que están ligados entre sí con un eje central. El primero es el que uso en bares y el que voy a aplicar en Tucumán, muy basado en el presentimiento y con un fuerte enfoque en lo regional, en las tradiciones y en los modismos”, explicó.
Hernández agregó además que, en la parte norte de América del Sur (especialmente en Colombia, Ecuador y Venezuela), los relatos se estructuran sobre la libertad de la tradición oral; mientras que en Chile y en la Argentina, se trabaja más con los textos escritos, que aportan mucho ritmo e imágenes.
“Hay personajes que atraviesan todo el continente y se repiten en las narraciones, como el pícaro latinoamericano que engaña al diablo al venderle su alma, la llorona que aparece en los caminos o el joven que enamora a las mujeres y las embaraza”, remarcó.